promo
Displasia PDF Imprimir Correo electrónico

La displasia de cadera es una enfermedad ósea, congénita, hereditaria y degenerativa, producida por una malformación de la articulación coxofemoral (unión del acetábulo de la cadera y la cabeza femoral) que produce dolor e incluso cojera en el animal que la padece.

Causas
Además de la predisposición genética, existen otros factores para desarrollar o agravar la enfermedad, como son un desarrollo muy rápido, el sobrepeso y el ejercicio excesivo y/o violento durante el crecimiento. Las razas propensas a padecerla son las grandes y las gigantes, debido a su peso y a su rápido crecimiento. Otro de los factores predisponentes es la alimentación, si es inadecuada las probabilidades de desarrollar displasia serán mayores. Y puede hacer que el animal no pueda correr o incluso andar.
Tratamiento
Existen varios grados de displasia, dependiendo de los cuales el tratamiento será conservador o quirúrgico. El tratamiento conservador suele consistir en la administración de condroportectores (durante largos períodos que ralentizan el desarrollo de la enfermedad) y de antiinflamatorios/analgésicos (AINEs; en épocas de más dolor). El tratamiento quirúrgico ofrece diferentes posibilidades: hay tratamientos curativos y otros paliativos. En cuanto a los curativos destaca la Triple Osteotomía Pélvica y en los paliativos la Artroplastia por Excesión de la Cabeza del Fémur. Existen otras opciones quirúrgicas, similares a las de medicina humana, que consisten en la sustitución de la articulación de la cadera por una Prótesis, que bien puede ser cementada o no cementada.
Prevención
Es importante que al adquirir el cachorro se solicite un certificado oficial de que tanto los padres como los abuelos están libres de la enfermedad, o a lo sumo la padecen en un grado mínimo. Con ello se ha conseguido reducir espectacularmente en Europa. No obstante, el que los padres no muestren signos de displasia no implica necesariamente que su descendencia esté libre de displasia, pues es una enfermedad multifactorial. Otras consideraciones son: evitar el sobrepeso durante el crecimiento, no someter al cachorro a ejercicio excesivo, proporcionar al animal una dieta adecuada a sus necesidades y evitar que esté en suelos que resbalen.