Modificación de conductas Imprimir
Incluso si su perro ha recibido una buena educación, y tanto más si ésta ha sido deficiente en algunos aspectos, pueden surgir problemas de conducta inapropiada en el animal, al menos inadecuada para la convivencia con las personas, ya que en muchos casos estas acciones serían totalmente lícitas en la vida salvaje del can. (Por ejemplo, un perro que orina para marcar su territorio no cree estar haciendo nada mal ya que es una conducta innata en él, pero en su convivencia dentro de nuestro grupo social no querremos que vaya ensuciando la casa o el jardín).
 
 
Cuando a pesar de los problemas que puedan surgir, el cariño que sentimos por nuestro perro nos hace querer que continúe a nuestro lado ya hemos dado el primer paso hacia la búsqueda de una solución. Al acudir a un profesional en modificación de conductas mejoraremos enormemente nuestra calidad de vida y la de nuestro perro. Cuanto antes se detecte esta conducta y menor sea el tiempo que lleva reforzándose más posibilidades de éxito tendremos. Si tenemos en cuenta que un perro vive de media 9-12 años e incluso llegan a vivir más de 15 si corregimos las conductas cuando el perro ya es adulto, aún tendremos por delante muchos años para disfrutar en su compañía.
 

¿Por qué acudir a un profesional?

 
Hoy en día es habitual que cuando una persona sufre un continuo malestar, tiene algún síntoma de depresión o algún episodio de agresividad… acuda a un psicólogo para que le preste ayuda. De esta manera mejora su calidad de vida y la del resto de personas que lo rodean. Muchas veces el problema es totalmente desconocido por el paciente, que solo es consciente de los síntomas que se manifiestan. En estos casos el psicólogo nos ayuda a descubrirlo o a concretarlo ya que es muy habitual que los problemas sean realmente expresiones de otros más profundos.
 
De igual modo al acudir a un psicólogo canino o técnico de modificación de conductas podremos ayudar a nuestro animal a superar los problemas (miedos, fobias, ansiedad…) y sabremos que lo hemos dejado en las mejores manos.
 
La mayoría de las conductas que consideramos antisociales pueden ser eliminadas o moldeadas para que el perro pueda convivir en armonía con la familia. En muchas ocasiones la solución será fácil, eficaz y económica. Por norma general todo el mundo trata de corregir las acciones indeseadas antes de llamar a un adiestrador, y en la mayoría de los casos esto deja una sensación de frustración ya que el perro no actúa como nosotros querríamos. Una mala práctica continuada sobre los problemas de comportamiento puede provocar que éstos se agraven, o bien que puedan surgir como vía de escape otras nuevas conductas no deseadas.
 
Una vez asumida la existencia del problema, la mejor opción es acudir al especialista, que nos indicará las técnicas a seguir más eficaces y eficientes. En los últimos años se ha avanzado mucho en el tratamiento de conductas inadecuadas y se han descubierto nuevos fármacos en el ámbito veterinario que nos pueden ayudar a tratar al animal.
 
Para ampliar información sobre la modificación de conductas consultar la Carta de Servicios.